Algas pardas (Phaeophyceae)
a la
clase Phaeophyceae, su color pardo se debe a la presencia de una
xantofila, un pigmento que protege de la luz del sol, llamado fucoxantina,
que enmascara el color de las clorofilas a y c, de los beta
carotenos y otras xantofilas. Como sustancias de reserva
tienen polisacáridos, siendo el principal la laminarina, y carecen por
completo de almidón. Las paredes de las células están compuestas por celulosa y
ácido algínico, un polisacárido complejo del que hablaremos en los usos de las
algas. No existen algas pardas unicelulares ni coloniales, sino que las más
simples son filamentosas y ramificadas y las más complejas poseen unos sistemas
conductores semejantes a los que poseen las plantas superiores. (Asturnatura, S.f)
Hay unas 3.000
especies de algas pardas, la inmensa mayoría de ellas marinas, y se encuentran
distribuidas por todo el planeta. Las algas más grandes conocidas pertenecen a
este grupo, y son las llamadas kelps, que forman auténticos bosques; en el
Cantábrico tenemos numerosas especies de este grupo, de las que hablaremos más
adelante y pertenecen al orden de las Laminariales.
Presentan los
mismos tipos de reproducción sexual que las algas verdes excepto la hologamia,
ya que no existen feofíceas unicelulares. También comparten los mismos tipos de
ciclos biológicos:
Monogénetico: Fucus
vesiculosus presenta ciclo monogenético diplofásico. Los talos que se
ven el mar corresponden a gametofitos, unos son masculinos y otros son
femeninos.
En la época
fértil desarrollan unos abultamientos porosos llamados receptáculos que es
donde se producen los gametos, los masculinos unos espermatozoides y los
femeninos unos óvulos llamados oosferas. Ambos son liberados al agua y en este
medio se produce la fecundación; el cigoto formado se fija al sustrato para
desarrollar un nuevo talo de Fucus (ver ciclo abajo, © Biodidac).
Digenético: haremos distinción entre
isomórficos, cuando el esporofito es igual al gametofito, o heteromórfico, si
son distintos.
1. Isomórficos: se produce una alternancia de dos generaciones, un
esporofito y un gametofito semejantes. Ocurre en Dictyota
dichotoma o Ectocarpus
siliculosus.
2. Heteromórfico: la alternancia de estas dos generaciones está
caracterizada, además de la diferente morfología, por la dominancia de una de
ellas sobre la otra.
3. Dominancia del esporofito: es lo que ocurre en las Laminariales,
como Laminaria
ochroleuca. Las grades láminas de estas algas son parte del esporofito, y
sobre ellas se forman en la época fértil unas manchas o soros, donde se forman las
esporas; en estos soros se pueden observar unos sacos
alargados, esporangios, que es donde se originan las esporas; entre ellos
hay otra especie de sacos que protegen a los anteriores y se
llaman paráfisis. Las esporas originadas dan lugar a un gametofito
microscópico, masculino o femenino, el cual originará de nuevo el esporofito.
En otras algas como Undaria
pinnatifida, los soros se forman no directamente sobre la lámina, sino en
unas expansiones laminares en la base de la estipe llamadas esporófilos.
4. Dominancia del gametofito: similar al anterior, pero la fase
predominante es la gametofítica. Se produce en Cutleria
multifida.
La longevidad de las algas pardas es muy
variada: existen especies anuales como Saccorhiza
polyschides o Ectocarpus
siluculosus, mientras otras, como Laminaria
hyperborea, pueden vivir más de 10 años y desarrollar una especie de
anillos de crecimiento. Además, las algas pardas forman grandes extensiones en
el litoral, caracterizando numerosos ecosistemas marinos del Cantábrico
occidental.
Asturnatura. (S.f). Las algas pardas.
Recuperado el 7 de Diembre de 2016, de Asturnatura:
http://www.asturnatura.com/algas/algas-pardas.html
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